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¿Qué es el miedo cuando vives encerrado, sin poder moverte, sin ver al menos una luz de esperanza que se cuele entre esos barrotes? ¿Qué es el miedo cuando día tras día eres vejado, torturado y humillado, escuchando sólo las risas infames de tus captores? Cuando la vida es solo sufrimiento ¿es la muerte el anhelo? ¿Es la muerte el descanso?

En el pasillo de la muerte, acercándome a la horca, voy a tumbos. Las piernas no funcionan. Un paso adelante y de regreso. ¿No estoy acaso más cerca de la ansiada libertad?

Entonces lo entiendo. Miedo no era aquello que creí haber superado, miedo es morir sin haber tenido nunca una esperanza. Miedo es resignarse a una vida de miseria que jamás pudo llamarse vida. Miedo es morir sin tener la posibilidad de haber vivido.

Trato de huir, pero es imposible, en la fila hacia la muerte veo a mis hermanos detrás, aferrándose a la vida. Y veo a mis verdugos invisibles, distantes, más infames que los que aquí me torturan, indiferentes, chocando las copas y brindando mi muerte.