La vida es una sucesión finita de instantes. Instantes que poco a poco se van almacenando en algún lugar de la cabeza, en esa cosa que se conoce como memoria. Creo que se ubica por el lóbulo parietal meridional o en la corteza prefrontal ventricoide. El caso es que, por más que lo pienso, la memoria nunca es tan vívida como el instante. ¿Cuándo acaba el instante y cuándo empieza la memoria? Creo que debería telefonear a Funes, a estas alturas es de esperar que ya haya aprendido a hablar gatuno.